Su vocación por la enseñanza se gestó desde temprana edad. Tras cursar los primeros grados en una escuela privada en su hogar, continuó su educación en la Escuela Ignacio Agramonte Loinaz en el barrio de Cascorro, hoy conocido como Flor Crombet, ubicado en el km 21 del municipio Camagüey. Con el triunfo de la Revolución, Gloria se convirtió en maestra de su barrio, contribuyendo activamente a la educación de numerosos niños.
El compromiso de Gloria con la alfabetización y la enseñanza se consolidó en 1961 al unirse a la Campaña de Alfabetización Popular. Este compromiso prosiguió cuando aceptó una beca para la formación de maestros populares en la Ciudad de Camagüey. Comenzando en la escuela del km 21, Gloria contribuyó al desarrollo educativo durante 13 años, antes de trasladarse a la escuela Tomás Betancourt en el km 23 por dos años, brindando su dedicación a la educación.
Su pasión por enseñar la llevó a la Comunidad de Pueblo Nuevo, municipio de Guáimaro, en la Escuela Primaria 10 de Abril, donde trabajó por más de 13 años, dejando una marca indeleble en el segundo ciclo educativo. Este espíritu de entrega continuó en la Escuela Primaria Rafael Morales durante dos cursos y luego en la Escuela Primaria Antonio Maceo, hasta su jubilación en 2002, marcando un legado educativo para las futuras generaciones.
A lo largo de su ilustre carrera, Gloria ha sido reconocida con medallas tales como Rafael María de Mendive, 40 Aniversario de las FAR, Medalla de la Alfabetización y la Distinción por la Educación Cubana. Sin embargo, su mayor honor llegó con el reconocimiento "Por la obra de toda la vida", otorgado por la Asamblea del Poder Popular en Guáimaro.
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