A tiempo de folclor: Felicidades

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Llegó septiembre y también mis remembranzas sobre un acontecimiento que allá por el año 1991 se produjo en nuestra ciudad a partir de una idea de alguien que indiscutiblemente le dio un altísimo esplendor a la cultura camagüeyana, me refiero a la entonces Directora Provincial de ese organismo, desafortunadamente desaparecida ya, Zenaida Porrúa Obregón, una mujer que ofreció parte de su vida a dirigir ese sector con un acierto increíble y que a tantos nos enseñó a trabajar y a hacerlo bien.

 Llegó septiembre y también mis remembranzas sobre un acontecimiento que allá por el año 1991 se produjo en nuestra ciudad a partir de una idea de alguien que indiscutiblemente le dio un altísimo esplendor a la cultura camagüeyana, me refiero a la entonces Directora Provincial de ese organismo, desafortunadamente desaparecida ya, Zenaida Porrúa Obregón, una mujer que ofreció parte de su vida a dirigir ese sector con un acierto increíble y que a tantos nos enseñó a trabajar y a hacerlo bien.

No entendía de términos medios, que, por cierto de ella tendría muchísimas anécdotas que contar, sobre todo cuando oigo a algún joven quejarse del cúmulo de trabajo que tiene o de que solo puede realizar una tarea cada día, ¡ni pensar en que ella permitiera tal cosa en su organismo, que va! A nosotros nos tocó la época en que íbamos a la siembra de caña por semanas y semanas, pero al regresar, nadie volvía a sus casas, no, continuábamos en nuestros puestos tal como lo hacíamos en tiempos normales, y eso como afirmo se produjo varias semanas, por eso siempre digo que fue una maestra para esa generación, no solo para los más jóvenes, entre los que me encontraba, sino para otras personas, que hasta de su edad, compartieron sus enseñanzas laborales.

Pues bien, y como decía mi abuela volviendo a los conejos de España, cuando se alejaba de un tema y lo retomaba, al acontecimiento que me refiero es a la creación del entonces llamado `Conjunto Folclórico´´, hoy “Ballet Folclórico de Camagüey´´, esa agrupación que desde entonces se encuentra bajo la dirección del Maestro Reinaldo Echemendía Estrada y que por aquellos días, también desempeñó un importante rol alguien que ,no solo desde mi punto de vista ,sino del de muchos es una gloria de la danza en Cuba, la Maestra Dalia Aguilar Ruíz, quien para suerte de todos todavía contamos con ella y resulta de gran utilidad con sus consejos y recomendaciones aunque actualmente disfrute de su bien merecida jubilación.

Pues bien, aquel 12 de septiembre, se produjo el primer estreno, “Cordoneros´´, en el Teatro Tassende, a teatro lleno y con una gran expectativa por parte del público, que en aquellos momentos, solía tenerse un cierto temor por eso de si se trataba de la religión en escena, o sea, el tabú que existía en esa década por estos temas.

La cantidad de personas, los abanicos, los aplausos cerrados, los nervios a flor de piel del maestro y los bailarines, todos ellos muy jóvenes por cierto, en fin…, de todo el que apostó por aquel proyecto, en ese momento, me vienen a la memoria, y hoy, al cabo de 27 largos años, cuando ya hace mucho tienen todo un aval, un repertorio, un reconocimiento nacional e internacional porque su nombre ha viajado por tantísimos lugares. Todavía pienso en ese día con un gran cariño, con un gran respeto y admiración hacia ellos, que incluso sin sede, porque no se les pudo ofrecer un local por no disponer de ninguno, supieron imponerse y triunfar, y de qué manera.

Muchas también son las anécdotas, tantas como éxitos han tenido, por eso, siempre que puedo voy a disfrutar de su arte, porque cada día nos ofrecen algo diferente y renovado, porque cada día nos enseñan algo nuevo de la cultura cubana, esa que es un ajiaco al decir del siempre recordado e imprescindible maestro Fernando Ortiz, porque sus puestas son algo mágico, que el público, de aquí y de cualquier parte agradece y admira.

Enhorabuena a ustedes, todos los integrantes de esa agrupación, los de antes, los que pasaron por ella y no están por disímiles razones, para los de ahora y para los que vendrán, pues ella es una verdadera escuela, pues, estoy segura todos sabrán honrar el nombre de los que la crearon, con tanto amor la defendieron y la continúan defendiendo contra viento y marea.
¡Felicidades amigos, muchos años más de vida y de éxitos rotundos!, y con el nombre del reconocimiento instituído por ustedes para entregar a personalidades que lo merezcan me despido y les digo: “ACHÉ´´

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