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San Salvador.- ELISBET Gámez se encargó de cortar la sequía ganadora de Cuba en la natación, mas los títulos pudieran aumentar este lunes cuando forme parte del relevo femenino de 4x200 metros estilo libre en los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Según la entrenadora María Luisa Mojarrieta, se trata del evento de mayores opciones de triunfo, idea que sostiene con mayor convencimiento después de las actuaciones de Gámez y Andrea Becali, quien con bronce acompañó a la baracoense en el podio

Poco después de que sus alumnas protagonizarán este notable resultado, en medio del incesante ajetreo en torno a la piscina del Polideportivo Merliot, la experimentada preparadora compartió con JIT sus argumentos.

«Llegamos aquí con el 4x200 libre como el evento de mejor pronóstico para conseguir una medalla de oro. Sus cuatro integrantes compitieron muy bien en el Mare Nostrum de mayo pasado y venimos a buscarlo», señala la mujer que lleva las riendas del equipo nacional y posee amplio dominio de la natación, lo que convierte cualquier entrevista en una amena conversación.

Lulú, como le conocen los amantes de este deporte, sabe que Elisbet y Becali, junto a Lauret Estrada y Lorena González, forman una cuarteta apta para brillar a este nivel y mejorar el bronce conseguido hace cinco años en Barranquilla 2018.

Recuerda que desde hace 25 años (Maracaibo 1998) una fémina de la Isla no conseguía medalla de oro en estas citas. Ahora tiene razones para confiar en que pueden regresar a casa con más de un premio dorado.

Precisamente el tema de las medallas de oro y la ansiedad de Elisbet por conseguirlo formó parte del breve diálogo, pues Mojarrieta está consciente de que esa tensión le pasó factura en los 400 metros libre.

«Elisbet tenía un nivel de ansiedad muy alto por alcanzar la medalla de oro. Esta es su tercera vez en juegos centroamericanos y del Caribe, en que tenía una plata y un bronce. Añoraba ese oro. Equivocó la estrategia y lamentablemente al final lo pagó. Eso nos dejó un sinsabor muy grande porque sabíamos que podía haber lucido mejor», acepta acerca de la medalla de plata ganada en el propio inicio de la justa.

«Con esa insatisfacción se generaron ansiedades en todos, que lamentablemente llegaron a ella y eso le aumentó su tensión. Para los 200 cambiamos la estrategia. En este evento, en cualquier otro momento ella hubiera nadado por debajo de 1:59, pero le dijimos que lo hiciera para ganar, que el tiempo ahora no era lo más importante», reconoce con cierto alivio y satisfacción después de la coronación de su alumna.

Elisbet ganó ese evento con tiempo de 1:59.52 minutos y cumplió el sueño, una ambición compartida con todos los que le llevaron hasta ese momento de gloria.

«A ella el deporte le debía esta medalla. Ha tenido un poco de mala suerte porque en 2018 terminó en plata con un buen tiempo (1:58.55) y una calidad técnica increíble, pero allí estaba la bahamesa finalista olímpica Joanna Evans», apunta Lulú, al tiempo que repasa otros momentos en que estando en plena forma se generaron inconvenientes que deshicieron los pronósticos para Elisbet.

«La sicóloga y el resto de la parte médica la han apoyado muchísimo. Los tuvimos aquí, se trabajó con ella para que hiciera el evento y saliera esa medalla. El que la conoce y la vio finalizar los 200, sabe que normalmente no hace esas expresiones, pero las necesitaba para liberar tensiones», comenta acerca de la forma en que Elisbet celebró este domingo su consagración.

Antes de dar por finalizado el diálogo –pues otra parte del equipo reclamaba su atención– la profesora elogió la medalla de bronce de la joven Andrea Becali, lograda en esa misma prueba con marca personal de 2:00.70 minutos.

«Desde enero pasado, cuando Elisbet estaba en la beca de Tailandia, nos propusimos con Andrea trabajar para que tuviera un buen rendimiento y yo la visualizaba en un podio. Lo hizo muy bien, muy fuerte, y creo que para nosotros, para la delegación y para el deporte, esto que sucedió es muy positivo», aseveró.

El certamen de natación prosigue este lunes con eliminatorias en las mañanas y finales en la tarde-noche. Las alumnas de Lulú volverán al agua y quedaremos a la espera de que los cálculos de la entrenadora sean finalmente motivos para una nueva fiesta. (Tomado de Jit Digital)