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La deficiencia de ácido fólico de la madre es la principal causa de espina bífida, lo que provoca que los bebés nazcan con parálisis de los miembros inferiores o con problemas funcionales del intestino y la vejiga.
Por ello, y con el fin de dar a conocer información sobre las medidas de prevención de los defectos de cierre del tubo neural, este martes se celebra el Día Internacional de la Espina Bífida.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, se trata de una malformación congénita del tubo neural, que ocurre cuando la columna vertebral del feto no se cierra completamente durante los primeros meses del embarazo y los nervios y la médula espinal no tienen protección ósea.
Mediante una infografía, la dependencia federal señaló que la principal causa de la espina bífida es la deficiencia de ácido fólico de la madre, aunque existen casos cuya causa es desconocida.
Prevención
Explicó que se requiere ácido fólico para formar las células y el ADN y si el embrión no cuenta con la suficiente cantidad de ácido fólico, se producirán alteraciones en la formación de sus órganos.
El riesgo de este padecimiento se puede reducir hasta en un 70 por ciento, si la futura madre toma ácido fólico diariamente antes del embarazo, subrayó.
Asimismo, la secretaría expuso que en México se ha identificado una variación genética denominada polimorfismo, que incrementa la vulnerabilidad a los defectos del tubo neural y modifica el metabolismo del ácido fólico, por lo que el requerimiento de esta vitamina en las mujeres mexicanas es mayor a la de otros lugares.
La recomendación para prevenir defectos del tubo neural es que toda mujer en edad fértil y con vida sexual activa consuma 400 microgramos diarios de ácido fólico, especialmente durante la etapa periconcepcional, es decir, durante los tres meses previos a la concepción y los tres primeros meses del embarazo... Cortesía: https://www.luznoticias.mx/2017-11-21/paismundo/
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Dia Mundial de la Espina Bifida
El 25 de octubre se celebra el #DíaMundialdelaEspinaBífida.
La espina bífida y, más concretamente, el mielomeningocele, es la malformación congénita del tubo neural más grave compatible con la vida y la segunda causa de discapacidad física en la infancia, después de la parálisis cerebral.
En España entre 8-10 de cada 10.000 recién nacidos vivos presenta alguna malformación del tubo neural de los cuales más de la mitad de ellos están afectados por espina bífida (según Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas).
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Tres de cada cuatro malformaciones congénitas del tubo neural podrían evitarse mediante la aportación farmacológica de folatos antes de producirse el embarazo (de 3 a 6 meses antes) y durante los tres primeros meses del mismo, ya que es el momento en que se forma el tubo neural. Este suplemento de ácido fólico estaría indicado para todas las mujeres que deseen quedar embarazadas, debiendo ser obligado en familias en las que existen antecedentes de esta malformación, estando en este caso indicado un suplemento con dosis superiores.
Se desconocen las causas exactas que producen la enfermedad; aunque los expertos señalan que se debe a una combinación de factores genéticos y ambientales. Existen algunos factores de riesgo si la madre es diabética, consume alcohol o drogas en cantidades importantes, lleva una dieta pobre o sigue un tratamiento con hormonas sexuales.
Por desgracia, la espina bífida no tiene curación. El bebé al nacer puede sufrir parálisis, hidrocefalia y retrasos en el desarrollo físico y motor. Una vez diagnosticada la enfermedad, es importante trabajar el aspecto motor mediante fisioterapia y estimulación para que el niño siga un desarrollo psicomotor como el de un niño normal. Cortesía: https://www.amscentromedico.com/
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mi primer embarazo dengue
Todo lo que necesitas saber sobre el dengue durante tu embarazo
¿Qué es el dengue?
Es una enfermedad infectocontagiosa , producida por un virus arn perteneciente al género de los Flavivirus y a la familia de los Togaviridae. Se reconocen 4 serotipos. Este virus es transmitido por un vector (el mosquito aedes aegypti), que al picar a las personas provocan brotes epidémicos en la población.
Mosquito Aedes Aegypti
Insecto pequeño, de color oscuro, con rayas blancas en las patas y dorso. Es de hábitos diurnos, se muestra activo a media mañana y poco antes de oscurecer. Habita tanto el interior como exterior de las casas, especialmente lugares frescos y oscuros. Su alimentación es similar a la de otros insectos, pero además la hembra hematófoba, (pica cualquier organismo vivo que tenga sangre caliente); ya que necesita sangre para la maduración de sus huevos. Pica principalmente tobillos y partes bajas de las piernas. El depósito de los huevos lo hace en recipientes que contengan agua limpia (latas, botellas, cubiertas usadas con agua de lluvia, fuentes, floreros)y así al cabo de 2- 3 días los huevos eclosionan, convirtiéndose en larvas por las condiciones favorables del clima y humedad.
Diagnóstico
Existen dos tipos de dengue, el clásico y el hemorrágico.
Dengue clásico
Presencia de fiebre repentina que puede durar 3-5 días, dolores de cabeza, dolores musculares, dolores en las articulaciones, erupciones en tórax y miembros inferiores. Rara vez causa la muerte(mortalidad del 1%).
Dengue hemorrágico
Es más frecuente en niños entre 2-14 años, y en adultos. Se la conoce como FDH (Fiebre Dengue Hemorrágica ).
Criterios para determinar el diagnósticos de dengue hemorrágico:
- Fiebre
- Hemorragias en forma de púrpuras o equimosis (puntitos), en mucosas del aparato digestivo y tienen prueba del torniquete positiva.
- Plaquetopenia (menos de 50.000/mm3).
- Hematocrito igual o superior al 20% del promedio para la edad.
El cuadro clínico es similar a la forma clásica, pero entre el 2º y 3º día se agrava , y aparecen náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, hematomas, y hemorragias en los sitios de inyecciones. Durante la fase febril, pueden observarse manchas rojas en cara, paladar, brazos , axilas, y mas tarde aparecer hemorragias de encías, nariz, estómago, útero.
En los casos leves y moderados, los signos y síntomas desaparecen cuando cede la fiebre. Los pacientes pueden recuperarse espontáneamente o cuando son sometidos a un tratamiento de hidratación. En los casos graves, el paciente entra en shock en forma súbita, baja la tº, taquicardia, dolor abdominal, hemorragia cerebral y coma (mortalidad del 5-20%).
Dengue y embarazo
- Los síntomas son similares a los del resto de la población.
- Aún no hay evidencia de transmisión madre-hijo.
- La infección por el virus, produciría contracciones en cualquier etapa del embarazo, provocando amenaza de aborto, amenaza de parto inmaduro- y /o prematuro.
- El tratamiento se basa en las medidas de sostén para la madre y el recién nacido.
Cuidados
- Evitar visitar lugares donde la enfermedad es prevalerte.
- Usar repelentes, cubrirse brazos y piernas, alambre mosquitero en ventanas.
- Consultar inmediatamente ante la aparición de síntomas.
- Evitar la acumulacion de agua estancada en recipientas para combatir la reproducción de mosquitos. Cortesía: https://www.miprimerembarazo.com.ar/
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Introducción
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), causada por el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2), surgió en diciembre de 2019 y ha causado más de 102 millones de casos confirmados en todo el mundo al 31 de enero de 2021.1
A pesar de un estudio intensivo a lo largo de la ciencia y las comunidades médicas, muchos aspectos clínicos y biológicos de la enfermedad, especialmente en la población pediátrica, aún no se han dilucidado. A medida que surgieron los datos de los brotes iniciales en China, el número de los casos de COVID-19 en niños parecían ser bajos, con informes que indicaban que menos del 1% eran pacientes menores de 10 años, el 1,2% tenían entre 10 y 19 años y solo 9 pacientes eran lactantes con síntomas leves.2
En los Estados Unidos, los casos de infección pediátrica representaban solo el 7% del total de casos en agosto de 2020.2,3 Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. informaron que, al 19 de septiembre de 2020, solo 4.1 % de los casos de COVID-19 confirmados a nivel nacional fueron en pacientes pediátricos en edad escolar (de 5 a 17 años).4 Aunque las causas de estas diferencias siguen sin estar claras, la mayoría de los niños con infección por SARS-CoV-2 son asintomáticos o presentan síntomas leves5 -7 y tienen un riesgo bajo de desarrollar una enfermedad respiratoria grave.8,9
Los CDC informaron que la incidencia semanal promedio de casos de COVID-19 entre adolescentes de 12 a 17 años fue aproximadamente el doble que la de niños de 5 a 11 años.4 Solo un número relativamente pequeño de pacientes pediátricos ha experimentado una enfermedad grave durante la fase aguda de COVID-19.
Sin embargo, estos pacientes tienen riesgo de complicaciones graves por el síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C), una entidad emergente que se cree que ocurre como secuela de la infección aguda por SARS-CoV-2. 10,11 Por tanto, parece haber diferencias en las respuestas fisiopatológicas al SARS-CoV-2 según la edad.
Aunque los mecanismos fisiológicos siguen sin estar claros, la evidencia sugiere que las respuestas de anticuerpos específicos del SARS-CoV-2 pueden ser diferentes en niños y adolescentes en comparación con las de los adultos, 12 potencialmente modulando diferentes manifestaciones clínicas.
Existe controversia sobre si los niños tienen una respuesta inmune adaptativa atenuada, que conduce a la tolerancia a la infección por SARS-CoV-2, 8 o si la respuesta inmune innata en los niños juega un papel más activo contra el SARS-CoV-2 que en los adultos.13 Además, la avidez de unión de los anticuerpos específicos del virus del SARS-CoV-2, que representa la calidad de la respuesta de los anticuerpos, no se ha caracterizado completamente en pacientes pediátricos.
Dado que el año escolar 2020-2021 se ha reanudado, con aproximadamente 56 millones de niños y adolescentes en edad escolar en los Estados Unidos que participan en clases presenciales y / o remotas, es imperativo comprender mejor las respuestas inmunes específicas al virus SARS-CoV-2 en pacientes pediátricos.
En este estudio, se evaluó la magnitud de los niveles totales de anticuerpos, los niveles de inmunoglobulina (Ig) G y las actividades de los anticuerpos neutralizantes sustitutos (SNAb), así como la avidez de unión del anticuerpo en niños, adolescentes y adultos jóvenes.
A diferencia de otros estudios, que se centraron principalmente en pacientes pediátricos hospitalizados, este estudio investigó las respuestas de anticuerpos durante la etapa de convalecencia de pacientes no hospitalizados previamente asintomáticos o levemente enfermos, que es más representativo de la población pediátrica general de pacientes con COVID-19.
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La enfermedad causada por el virus del zika resulta la principal sospechosa del incremento de malformaciones congénitas como la microcefalia en niños nacidos en Brasil y de otras enfermedades neurológicas.
Desde hace varias semanas las informaciones sobre una nueva epidemia que ya se ha extendido a 26 países en la región de las Amé­ricas, según los últimos reportes de la Or­ga­nización Mundial de la Salud (OMS), ocupa los principales espacios noticiosos en los me­dios.
La enfermedad causada por el virus del zika, que acaba de ser declarada por el Comité de Emergencia de la OMS como una emergencia sanitaria de alcance internacional, es transmitida por mosquitos pertenecientes al género Aedes, (aegypti y albopictus) y resulta la principal sospechosa del incremento de malformaciones congénitas como la microcefalia en niños nacidos en Brasil —país con alto número de enfermos—, y de otras enfermedades neurológicas.
Las autoridades de salud cubanas hasta la fecha no han reportado ningún caso de este virus en el país, pero teniendo en cuenta el peligro real que representa para Cuba por su ubicación geográfica, Granma conversó con la Doctora en Ciencias Médicas Beatriz Mar­checo Teruel, Especialista de II Grado en Ge­nética Clínica y directora del Centro Nacional de Genética Médica; así como con el doctor Roberto Álvarez Fumero, jefe del Depar­ta­mento Materno Infantil del Ministerio de Sa­lud Pública (Minsap) sobre los principales ries­gos que puede traer para la salud de las mujeres embarazadas contraer esta infección.
“De acuerdo con la información que ha reportado hasta el momento la Organización Panamericana de la Salud, la infección por virus zika cursa de modo asintomático en un 70-80 % de los casos. Algunos han requerido hospitalización como consecuencia de una peligrosa complicación, denominada Sín­dro­me de Guillain Barré. Tampoco se reporta in­cremento de abortos espontáneos como consecuencia de la infección durante la gestación”, explicó la doctora Marcheco Teruel.
Subraya la especialista que la principal preocupación de las autoridades sanitarias está relacionada con la posible relación entre la infección materna durante el embarazo y la ocurrencia de microcefalia y calcificaciones intracraneales en fetos y recién nacidos, fenómeno actualmente sujeto a investigación. En la región de las Américas hay 26 países y territorios que han notificado casos de infección por virus zika, pero esta asociación (entre la infección y la ocurrencia de microcefalia fundamentalmente) denominada provisional, ha sido reportada hasta este momento en Brasil, en mayor medida en los estados situados al noreste del país.
“No se ha demostrado hasta hoy con evidencias científicas que la infección por el virus durante el embarazo sea la responsable de todos los casos de microcefalia reportados en Brasil y no se conoce aún el posible mecanismo causal que la explique”, sostuvo la directora del Centro Nacional de Genética Médica.
Por estas razones, señala la entrevistada, “no es necesario limitar los embarazos, pero consideramos que a partir de los riesgos de introducción de la enfermedad en nuestro país, las mujeres en edad reproductiva, parti­cu­larmente quienes están planificando un em­barazo, deben tomar precauciones para reducir al máximo las posibilidades de padecer la enfermedad e incluso de prevenir malformaciones congénitas con opciones a nuestro alcance”.
En ese sentido, “reiteramos la importancia de tomar una tableta de un mg de ácido fólico diariamente, por sus demostrados efectos en la prevención de defectos congénitos. Asimis­mo es importante, sobre todo, protegerse individualmente del contacto con el vector y con posibles enfermos”.
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¿Puede ser prevenida la infección durante el embarazo?
De acuerdo con el doctor Álvarez Fumero “existen probadas formas de prevenir la infección durante el embarazo a partir de la protección personal usando mosquiteros en las camas, cubriendo la piel con camisas de man­ga larga, pantalones y medias y usando repelentes recomendados por las autoridades de salud. Se debe evitar contacto con personas con fiebre”.
No obstante, subrayó, la forma más efectiva para prevenirla es que la embarazada y su familia busquen en el domicilio y sus alrededores posibles focos de criaderos de mosquitos, para destruirlos, eliminando así el riesgo de transmisión. De igual modo en los centros de trabajo.
El entrevistado consideró que ahora más que nunca la mujer deberá acudir al médico cuando sospeche estar embarazada para realizarle la captación lo más precozmente posible, no debe dejar de cumplir con las citas para las evaluaciones médicas contempladas en la atención prenatal, siendo imprescindible la asistencia a los seis controles de la atención genética (captación, ultrasonido de primer trimestre, evaluación de las 15 semanas, ultrasonido del segundo trimestre, ultrasonido del tercer trimestre y evaluación de las 33 semanas).
“En las consultas no deben dejar de referir al médico si han presentado síntomas característicos de la infección por este virus: fiebre, exantema en piel muy pruriginoso (que pica), conjuntivitis sin secreciones, cefaleas, dolores musculares y articulares fundamentalmente”, dijo.
¿Cuáles son los elementos que permiten sospechar infección por zika en gestantes?
Según el experto, puede alertarnos de estar en presencia de esta infección, uno o más de los siguientes síntomas: fiebre con temperatura entre 37,2 a 38 grados, exantema maculopapular pruriginoso (un tipo de erupción que no se eleva por encima de la superficie de la piel. Contiene máculas, que es una mancha en la piel descolorida y pápulas que son protuberancias pequeñas, sólidas, que causan la inflamación de la piel. No contienen pus y son eritematosas, ya que hacen que la piel aparezca roja), conjuntivitis no purulenta, cefaleas, mialgias y/o artralgias y edemas en miembros inferiores.
“Se incrementa la sospecha en gestantes que permanezcan por un periodo mayor a dos semanas en países con trasmisión reportada, residan en áreas con alto índice de infestación o que ha permanecido en contacto con individuos con sospecha de la enfermedad”, dijo.
Del mismo modo, el doctor Álvarez Fu­mero refirió que cuando en el ultrasonido del tercer trimestre se observe reducción de la circunferencia cefálica fetal (diámetro biparietal), y/o alteraciones sospechosas de infección connatal, como microcalcificaciones en­cefálicas, dilatación ventricular, hidrocefalia y manifestaciones de hidrops fetal, podría pensarse en este virus.
¿Tiene tratamiento esta enfermedad?
Los entrevistados señalaron que no hay tratamiento específico ni vacunas para prevenir el virus del zika, por lo cual deberán ser tratados los síntomas.
Al respecto, mencionaron que ante la presencia de fiebre u otras manifestaciones clínicas como las antes mencionadas, se recomienda consultar de inmediato al médico, el ingreso hospitalario, ingerir abundante líquido, usar mosquiteros y el seguimiento estricto.
Para la fiebre, por ejemplo, los expertos refirieron el uso del acetaminofen o paracetamol: 500 mg v/o cada seis u ocho horas (siempre que no exista evidencia de daño hepático). Advir­tieron no sobrepasar los 4 000 mg/día, ya que puede asociarse con daño hepático de la gestante y señalaron como otra alternativa la di­pirona.
Asimismo se recomienda no usar aspirina por riesgo de sangrado ni los antinflamatorios no esteroideos (por ejemplo: ibuprofeno, na­proxeno) por sus efectos adversos en caso que la infección correspondiera a dengue o chikungunya.
En el caso de la cefalea se sugiere el uso del paracetamol o la dipirona en las dosis indicadas para el tratamiento de la fiebre.
“Debe además aconsejarse a las pacientes ingerir abundantes cantidades de líquidos para reponer la depleción por sudoración, vómitos y otras pérdidas insensibles”, insistieron.
Descubierto por primera vez en los bosques de Uganda, África, en 1947, el virus del zika tiene en común con otros virus bien conocidos como el dengue y el chikungunya su modo de transmisión: a través de la picadura del mosquito Aedes (aegypti y albopictus).
Por tanto, no resulta ocioso reiterar que aún son muchas las personas que no perciben el riesgo de estas enfermedades, y no toman medidas ni favorecen ni exigen la inspección sanitaria de las viviendas, principal hábitat del vector.
La situación epidemiológica mundial indica el peligro al que hoy se enfrenta el mundo, y debemos estar conscientes que, de no eliminarse los criaderos de Aedes aegypti, el país estará expuesto a riesgos constantemente. No puede este ser un esfuerzo solo del sistema de salud pública, sino del resto de las instituciones que intervienen en la limpieza y saneamiento de las ciudades, así como de la población en general.
Vuelve a ser el control del vector la principal vía para evitar el contagio y conservar la salud. Cortesía: https://www.granma.cu/cuba/
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