Mucho se ha hablado por estos días sobre el proyecto del Código de las Familias, tanto en las consultas populares que se desarrollan en los barrios y comunidades de todo el país, como en ese otro espacio de debate que son las redes sociales. De igual forma se promueve el debate en instituciones educativas con familias, trabajadores, educadores y educandos mayores de 16 años. 

Y sí, la pluralidad de opiniones es verbo positivo para construir, entre todos, un mejor Código –siempre perfectible–, donde entran en la palestra temas tan sensibles como los derechos de la infancia y la adolescencia en el ámbito familiar, el matrimonio igualitario o la gestación solidaria.

Se reconoce este proyecto de código por su carácter revolucionario, inclusivo, novedoso, con énfasis en aunar lazos de amor.