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Parques urbanos: Constituyen espacios públicos abiertos dentro de la trama urbana destinados al descanso, la recreación y el intercambio socia, en los cuales resultan fundamentales la arborización, la presencia de elementos del mobiliario urbano y, en ocasiones, piezas de carácter ornamental y conmemorativo.

Se propiciará en los espacios públicos el uso de plantas autóctonas y tradicionales, cuyas características no afecten la infraestructura vial y técnica, y se facilite su crecimiento y mantenimiento.

Se promoverá el uso de vegetación en espacios públicos que no cuenten con ella en la actualidad, tomando en cuenta la evolución histórica de estos espacios, su tipo, las funciones a desarrollar en él y la percepción espacial.

Microparques: Estos pequeños parques derivan de parcelas que perdieron la correspondiente edificación, al interior de una manzana o en una de sus esquinas, y constituyen espacios de suelo edificable.

Mientras no se construyan nuevamente, se permite mantener estos espacios temporalmente como parques y mejorar las condiciones ambientales de la zona y su imagen urbana.

En estas áreas no se podrán construir kioscos u otros elementos de forma sólida. Cualquier instalación deberá ser ligera y de carácter temporal.

Plazas, plazuelas y parques infantiles: En el área declarada se encuentran las cinco plazas fundacionales: Parque Agramonte, Parque Martí, Plaza de los Trabajadores, Plaza San Juan de Dios y la Plaza del Carmen.

Se cuenta también con otras plazas principales: Plaza de la Solidaridad, Plaza Maceo y numerosas plazuelas: Plazuela de Triana, de Bernal, de San Pablo, de Juana del Castillo, Cinco Esquinas del Ángel, Cinco Esquinas de Bedoya, de Avellaneda, del Puente, de Fonseca, de San Fernando, de Lugareño, de San Gabriel y del Matadero.

En el Centro Histórico se cuenta con el Parque Infantil del Casino Campestre y el Parque Infantil Carlos Manuel de Céspedes en la Plaza de La Habana.